sábado, 16 de junio de 2012

Escuchando la voz del corazón.


Fortin La Magdalena.


Escuchando la voz del corazón.


Escucha por  favor, no me dejes solo que te quiero hablar y ver para no olvidarte jamás.
Escucha mi voz para que sientas los ruidos del corazón que aún te sueña.
Escucha, que te parece si hoy hacemos algo diferente y jugamos como cuando éramos adolescentes, hay tantos sitios en ésta ciudad por descubrir, para hacer algo diferente, para tomar tu mano, así de repente.
Escúchame, hoy no corras, mírame de frente que ya no recuerdas mi rostro, dime como antes qué quieres, quizás un cielo azul, el día con su luz. No sé.
Escúchame que aún quiero seguir caminando junto a ti en el bosque de los Sauces, ¡recuerda! - los que siempre lloran cuando tú y yo reímos por cualquier motivo.
Espera un poco, no olvides que aún te quiero, lo que sucede  es que hay un nuevo día y mi vida hoy es diferente. -¿No te has dado cuenta?
Escúchame, que  tal vez alguien me quiera rescatar del olvido, de la soledad, de la rutina, porque el corazón no puede esperar otra vida más para sentir la seducción de la mirada, los besos de una mujer apasionada, para contemplar cada amanecer y el ocaso de cada día.
Pero, ¿por qué no me rescatas tú?
Escúchame que ya no quiero seguir solo con el rostro desnudo enfrentado la tormenta, con el alma escondida en los recuerdos.
Escúchame, no me juzgues más que tengo mil defectos como cualquier hombre perfecto.
Escúchame, que quizás puedes comprender al hombre que soy hoy, quizás te puede seducir más que el de ayer.

Cambia la forma de relacionarte no cambies a tu pareja. Quizás así pueden seguir caminando juntos, en libertad, en el camino de la vida otro rato más.
No puede haber amor si no hay libertad.
         





No hay comentarios:

Publicar un comentario