| 18 de Agosto del 2012 - Fortin de la Magdalena. |
Paraísos de ensueños que dan vida a la imaginación, seduce a la inspiración para dar rienda suelta al compositor, al poeta, al pintor, al escultor, a todo el arte, a la creación.
Es tanto y a la vez tan poco lo que se ha escrito sobre el amor. Nunca será mucho.
El amor transforma al hombre, lo vuelve creador, con las manos de Dios, suspira y escribe, sueña y dibuja, esculpe y descubre. De sus entrañas brota la música para gritar al mundo su alegría, su sueño, su dolor, su frustración.
Golpea y esculpe la roca más dura para celebrar la belleza que ha descubierto su imaginación.
Fustigado por la pasión hace notas en el pentagrama, manchas negras que se vuelven canción para conectar las almas y sincronizar al mundo alrededor de su amor.
Colmado de Luz desplaza los pinceles sobre el lienzo dejando rastros de color para que la humanidad interprete el motivo de su inspiración, de la redención que lo hizo libre de los tormentos de su frenesí.
Así nace la belleza en el mundo producto del amor, de la pasión del hombre y el encuentro con su Dios.
Jaime Fernando Verona González.
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